en un dia de nada te regalé un vestido de nada, con flores de nada, para que nos tomaramos fotos en la ninguna parte; luego te despediste de un beso de nada, sobre la mejilla de nada, y tomaste un bus hacia la nada…
me dejaste con el corazón en la mano y en la mitad de la nada, llorando lagrimas de nada y saboreando melocotonees de nada…
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